martes 16 abril 2024

Recomendamos: Ken Follet, autor de Los pilares de la Tierra: “Cuando los nuevos autócratas derrotan la democracia, la humanidad da un paso atrás hacia la Edad Oscura”

por etcétera

Ken Follet vuelve al pasado en busca de respuestas a las urgencias, pasiones y temores de nuestro tiempo.

El autor de Los pilares de la Tierra, la monumental novela sobre la construcción de una catedral gótica en un pueblo imaginario de Inglaterra, sigue creyendo que en los misterios de la Edad Oscura, esa etapa esquiva de la historia del Medioevo, hay todavía respuestas para los problemas del mundo moderno.

“Los seres humanos seguimos siendo los mismos desde la Edad Media. La vida ha cambiado desde entonces, pero las personas seguimos siendo en esencia las mismas”, dice.

Tal vez por eso Follet, uno de los escritores vivos más prolíficos de la literatura inglesa y experto en el mundo medieval, esta de vuelta en esos años del fin del primer milenio del cristianismo con su nueva novela: Las tinieblas y el alba, una precuela de Los Pilares… que es, también, la historia de la fundación de un pueblo, asolado por vikingos, tiranías y conjuras políticas.

El autor dice que la historia es otra pieza en el rompecabezas de una saga que ha tejido a lo largo de los años y que muestra cómo las esencias de las naciones -y de la humanidad- no solo están en las guerras, las invasiones y las plagas, sino también en el poder del hombre en vencerlas y “construir puentes y catedrales, una belleza que lo trasciende”.

Follet, que es uno de los invitados este año de la edición digital del Hay Festival Medellín (con el de Jericó, sede alterna al Hay de Cartagena) habló con BBC Mundo sobre la historia medieval y moderna y cómo ambos mundos, a pesar de los años, siguen compartiendo amenazas similares: pandemias, fanatismos religiosos y político y la sombra oscura de las autocracias.

En algunas de sus novelas ambientadas en Edad Media, las pandemias son una presencia que marcan el destino de sus personajes, como marcaron la vida de millones de personas en esos años. ¿Cómo se comparan esas pandemias que asolaron al mundo de la Edad Media con la actual de coronavirus?

Las grandes pandemias que se dieron en la Edad Media, principalmente la Peste Negra, fueron sin dudas peores que el covid-19.

La peste causó la muerte de al menos un tercio de la población de Europa, el Oriente Medio y el norte de África y no solo mató más personas, sino también que las mató más rápido: la mayoría de la gente moría entre los tres y cinco días después del contagio.

Sin embargo, es muy interesante, aunque trágico, pensar que muchos de los métodos inventados por la época medieval siguen siendo herramientas que utilizamos hoy para tratar de contener la expansión de una pandemia.

Por ejemplo, las monjas, que lidiaban con la gente enferma, comenzaron a utilizar mascarillas hechas de lino sobre su nariz y su boca.

Muchas personas comenzaron a lavarse las manos con mayor frecuencia, incluso cuando para las personas medievales esta no era una práctica bien vista.

Hay otras herencias de esas grandes plagas de la Edad Media.

La palabra cuarentena, por ejemplo, y el método para practicarla, viene de la palabra italiana para cuarenta días, que era el tiempo requerido de aislamiento en el siglo XIV.

Aunque en el mundo medieval no se conocía qué eran los virus o las bacterias, sí se sabía que la enfermedad podía contagiarse por estar con otra persona enferma. Entonces, incluso aunque no sabían nada sobre la transmisión de enfermedad, sí sabían que eran transmisibles.

Una de los temores frecuentes en la Edad Media era precisamente el regreso de las pandemias. Hoy sabemos que hay miles de virus esperando saltar en cualquier momento de la naturaleza a una persona. Y también, que el coronavirus estará con nosotros, probablemente, para quedarse. ¿Qué nos puede enseñar la historia medieval sobre cómo encarar futuras pandemias?

Las pandemias eran una constate en el mundo medieval. Era claro entonces que “la peste” regresaba cada 13 o 14 años.

Por siglos se mantuvo así en toda Europa Occidental, con la recurrencia de estos nuevos brotes cada década.

Incluso en el tiempo de Shakespeare, que nació más de 200 años después de la Peste Negra, la gente todavía estaba tratando de evitar la plaga.

El mismo autor solía llevarse su compañía de teatro al campo mientras Londres estaba siendo azotado por la peste, mientras Isabel I solía refugiarse en uno de sus palacios de campo cuando llegaba la epidemia.

Esto siguió ocurriendo hasta 1665, que fue la última vez que la peste arrasó con Londres: 300 años después de la Peste Negra.

Es muy difícil diagnosticar enfermedades que ocurrieron cientos de años atrás, pero lo más probable es que la peste cambió a través de todos esos años, como ahora también ha mutado el coronavirus.

La sociedad de entonces aprendió a vivir con ella y, en última instancia, a crear las condiciones para derrotarla.

Tengo esperanzas que lo que estamos sufriendo ahora no será como la peste negra y que el coronavirus no seguirá volviendo a afectarnos cada cierto tiempo por cientos de años. Pero es, ciertamente, una posibilidad.

Con su nueva novela, Las tinieblas y el alba, regresa otra vez a lo más oscuro de la Edad Media, los albores del primer milenio. ¿Por qué regresar otra vez al Medioevo? ¿Qué cree que esa parte de la historia de la humanidad pueda decirnos sobre nuestro tiempo?

Nos dice ante todo que somos los mismos y que ahora, por más que pensemos en lo mal que va el mundo, vivimos mucho mejor. Entonces, creo que nos causa fascinación leer sobre la gente que era igual a nosotros, pero tenían una vida mucho más dura, mucho más violenta.

En la Edad Media, vivir era un desafío cotidiano. La gente sufría de hambre, de frío y de enfermedades con más frecuencia de lo que nos pasa a nosotros.

Cuando alguien se enfermaba o si alguien se caía de un árbol y se hería una pierna, había muy poco que cualquiera pudiera hacer para salvarlos. Los doctores de la Edad Media eran terriblemente primitivos.

Era una época muy difícil, pero fue también una época en la que, a pesar de todo, los seres humanos fueron capaces de seguir creando a pesar de la violencia, el frío y las plagas.

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