La Corte Suprema de Pensilvania publicó este martes un informe en el que el gran jurado señala a 300 sacerdotes responsables de abusar sexualmente de más de mil menores de edad en seis diócesis de dicho estado.
La cifra de menores víctimas, sin embargo, puede ser mucho mayor ya que muchos de los registros se perdieron y algunas víctimas tuvieron miedo de presentarse.
Josh Shapiro, fiscal general de Pennsylvania, declaró que la investigación es una de las más exhaustivas por abuso sexual del clero, además de que revela una vez más el encubrimiento por parte de altos funcionarios de la Iglesia, del estado y el Vaticano.
Según señalan la BBC y Associated Press, el informe indica que las víctimas eran en su mayoría varones y muchos eran prepúberes.
Asimismo refiere que a algunos menores los violaron, a otros les hicieron masturbar a sus agresores o fueron manoseados por ellos, además de que fueron “manipulados con alcohol o pornografía”.
“Los sacerdotes estaban violando niños y niñas, y los hombres de Dios que eran responsables de ellos no sólo no hicieron nada; lo escondieron todo, por décadas”, afirmó el fiscal general.
Como consecuencia de ello, casi todos los casos son demasiado antiguos como para ser juzgados, ya que la mayoría son anteriores al año 2000. La investigación abarca siete décadas.
No obstante, el jurado emitió acusaciones formales contra un sacerdote de la diócesis de Greensburg y otro de la de Erie, que presuntamente abusaron de menores en la última década.
Para elaborar este documento, el jurado investigó y escuchó el testimonio de decenas de testigos y revisaron medio millón de páginas de documentos internos de las diferentes diócesis.
