jueves 18 abril 2024

Recomendamos: ¿Está Hollywood entrando en una nueva era de puritanismo?

por etcétera

Fred MacMurray se obsesiona con la forma en la que una pulsera se clava en la pierna de Barbara Stanwyck en la película “Pacto de Sangre”.

Viggo Mortensen y Maria Bello pasan de una pelea marital a un encuentro sexual lujurioso y agresivo en una escalera en “Una historia de violencia”.

Kim Basinger y Mickey Rourke se involucran en un flirteo en el piso de la cocina en “9 semanas y media”.

Son solo tres ejemplos de deseo candente en la pantalla grande, entre muchos otros a lo largo de toda la historia del cine.

Ya sean miradas lujuriosas o caricias intensas cuidadosamente enmarcadas en las sábanas, la sexualidad es una parte inherente de la experiencia cinematográfica, porque el sexo es una parte inherente de nuestras vidas.

Negar el sexo y la sexualidad en el cine es negar nuestra propia humanidad como un todo. Pero, ¿están evitando los cineastas cada vez más lo erótico?

Este verano, antes del estreno de su película “Benedetta” en el Festival de Cine de Cannes, el veterano cineasta Paul Verhoeven concedió una entrevista a Variety.

Cuando se le preguntó por qué películas como su thriller erótico de 1992 “Instinto básico” ya no se estaban haciendo en Hollywood, dijo: “Ha habido un cambio general hacia el puritanismo. Creo que hay un malentendido sobre la sexualidad en Estados Unidos”.

“La sexualidad es el elemento más esencial de naturaleza. Siempre me sorprende que la gente se sorprenda por el sexo en las películas”.

Para algunos críticos de cine, que durante algún tiempo han estado lamentando lo que perciben como el nuevo puritanismo en Hollywood, escuchar esto de Verhoeven les pareció una reivindicación.

Después de todo, Verhoeven ayudó a definir el thriller erótico de los noventa y ha sido un cineasta interesado en la sexualidad extravagante desde el principio.

Aunque comenzó a hacer películas en su Holanda natal a fines de la década de 1970, en su paso al cine convencional de Hollywood mantuvo el mismo gusto de empujar los límites, desde la notoria escena del interrogatorio de “Instinto básico” o la vulgaridad de las difamadas “Showgirls” (1995), hasta su reciente drama sobre el consentimiento sexual “Elle” (2017).

Verhoeven tampoco ha perdido su toque transgresor: en el Festival de Cine de Nueva York de este año, un grupo católico acudió a protestar por su representación de unas monjas lesbianas del siglo XVII en “Benedetta”.

Basta decir que este hombre sabe algo sobre cómo representar el sexo en las películas.

Qué muestran las estadísticas

Entonces, ¿Verhoeven tiene razón? ¿Hollywood realmente está dando un giro hacia la ausencia de sexo?

Según una investigación realizada en 2019 por la escritora Kate Hagen, la respuesta es sí.

Utilizando datos de la plataforma IMDB, descubrió que, estadísticamente, hay menos escenas de sexo en las películas en la actualidad que en cualquier momento de los últimos 50 años.

Como escribe Hagen: “Solo el 1,21% de los 148.012 largometrajes lanzados desde 2010 [según la base de datos de IMDB] contienen representaciones de sexo”.

“Ese porcentaje es el más bajo [de cualquier década] desde 1960. El sexo en el cine alcanzó su punto máximo en 1990, el apogeo del thriller erótico, con un 1,79% de todas las películas con escenas de sexo”.

“Ese descenso de medio punto es enorme en términos relativos, considerando que se han estrenado casi cuatro veces más películas en la década de 2010 que en la de 1990”.

Sin duda, siempre habrá películas como la reciente “Annette”, el primer filme en inglés del autor francés Leos Carax, en la que sus protagonistas Adam Driver y Marion Cotillard cantan mientras realizan sexo oral.

O “Titane”, la ganadora de la Palma de Oro en Cannes de este año, cuyas travesuras sexuales de género fluido la han convertido en una sensación del cine alternativo.

Pero podría decirse que ese es el meollo del problema: si bien las representaciones del sexo pueden estar floreciendo dentro del cine de arte de influencia europea, las industrias cinematográficas estadounidenses y británicas convencionales presentan cada vez menos sexo.

¿Qué pasó con el softcore, el porno-chic o los thrillers eróticos? Incluso fuera de cualquiera de esos géneros, ¿qué pasó con las comedias románticas, los relatos sobre la mayoría de edad y las películas de acción que tenían, aunque fuera una pizca, de una genuina corriente sexual?

Hay varias tendencias sociales y cinematográficas que podrían ser responsables de este alejamiento del sexo en la pantalla grande.

La razón más citada es que desde el apogeo del thriller erótico en la década de 1990, la pornografía en línea se volvió tan ampliamente disponible que el público estaba disfrutando del sexo en otros lugares, por así decirlo.

Sin embargo, Paul Verhoeven no está de acuerdo con esta lectura y le dijo a Variety: “Había pornografía por todas partes cuando yo era joven, si la querías”.

“Si hay un cambio en la forma en que vemos la sexualidad en las películas, pero no creo que tenga que ver con la pornografía en internet”.

La escritora y comentarista cultural Helen Lewis, autora de “Difficult Women: A History of Feminism in 11 Fights” (Mujeres Difíciles: Una historia del feminismo en 11 peleas), cree que el florecimiento de la televisión como una forma de arte que destaca por su franqueza sexual ha tenido un efecto en la forma en que el público ve el sexo en la pantalla grande.

“Estamos comparando películas con programas hechos para servicios de streaming y, tal vez, las encontramos un poco suaves”.

“En televisión, HBO fue el pionero de un modelo que decía: compraste una suscripción, así que asumiremos que eres un adulto. Eso permitió mostrar programas como, por ejemplo, ‘Sex and The City'”, dice.

Netflix también parece ansioso por adentrarse en este territorio sexualizado, en el que los estudios de cine no se atreven a entrar.

Uno de sus mayores éxitos ha sido el romance de época “Bridgerton”, cuyo atractivo para la audiencia masiva no parece residir únicamente en sus frívolas juergas románticas, sino en su tentador desarrollo durante varios episodios de ardientes escenas de sexo.

Ver más en BBC

 

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