viernes 29 marzo 2024

Condenan a 120 años de prisión al líder de la secta sexual NXIUM

por etcétera

La condena de Keith Raniere, líder del grupo NXIVM, es de 120 años de prisión tras haber sido encontrado culpable de tráfico de personas para explotación sexual, crimen organizado, extorsión, obstrucción de la justicia y conspiración para trabajo forzado.

La sentencia fue dictada a Raniere a un año de que fue encontrado culpable; tras haberla escuchado, el gurú de la secta dijo no sentir remordimientos “porque no cometí delito alguno”.

En el grupo de Raniere se contaba a millonarios, actrices e incluso tuvo fuerte vínculos con México a través de una suerte de sección encabezada por Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari.

Raniere, quien tiene 60 años, formó un grupo que en sus inicios se dedicó a la autoayuda, con lo cual logró atraerse a varios personajes famosos y millonarios, con cursos de cinco días que ofrecía por 5 mil dólares.

El grupo fue creciendo y el liderazgo de Raniere se fue haciendo cada vez más grande y obsesivo, lo que fue aprovechado por él para someter a las mujeres y explotarlas económica y sexualmente (incluso con menores de edad), lo que incluso llevó a que prácticamente las separara de sus familias y las marcara físicamente.

Para lograr sus objetivos, Raniere exigía a las mujeres que firmaran documentos y grabaran imágenes comprometedoras y vergonzosas de sí mismas para, de esa forma, chantajearlas si le desobedecía, querían salir del grupo o denunciarlo.

Uno de los ritos iniciáticos más importantes y grotescos que imponía Raniere a las mujeres que entraban a su círculo más cercano era leer en voz alta un texto por el que aceptaban sus sumisión a Raniere y a ser marcadas en el cuerpo con un lápiz cauterizador y sin anestesia.

Esa suerte de harén que llegó a tener Raniere llegó a estar integrado hasta por 15 o 20 mujeres, incluyendo a una menor de edad, de 15 años. Las denuncias contra su conducta delictiva llegaron y Raniere huyó de Estados Unidos, pero fue detenido en marzo de 2018 en Puerto Vallarta, en México. Así, enfrentó un juicio de seis semanas en el que fue declarado culpable en junio de 2019.

Un alegato que presentó la defensa fue que Raniere no merecía una condena tan larga porque no asesinó ni agredió con violencia a nadie.

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