jueves 18 abril 2024

Recomendamos: Cómo cambiarán nuestra salud el clima, los antivacunas y las bacterias resistentes

por etcétera

La doctora María Neira, una de las mayores autoridades en salud pública en todo el mundo y alto cargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), contaba en una conferencia en Estocolmo en agosto su devoción casi religiosa por los antibióticos. “Han estado en mi vida desde pequeña, hasta crecí en una calle que se llama Doctor Fleming”, relató. Por eso, para ella fue un choque duro de asumir ver penicilina de oferta en un campo de refugiados en Guatemala. “Compra un blíster y te regalamos otro”, rezaba el anuncio.

La sobrexplotación de uno de los mayores descubrimientos científicos de la historia de la humanidad está creando bacterias que aprenden a luchar contra los medicamentos y se convierten en amenazas tan resistentes que nada puede detenerlas. La resistencia a los antibióticos mata cada año solo en Europa a 33.000 personas; en todo el mundo, acaba con la vida de 700.000. “Muchos expertos temen que entremos en la era post antibiótica”, declara Fernando González, genetista de la Universidad de Valencia.

Esta es una de las amenazas a la salud que se cierne sobre todos nosotros. Por los números, más bien es ya una realidad que nos castiga como resultado de nuestra mala práctica. Es uno de los tres problemas que ocupan el podio de los grandes problemas que deberá encarar la sociedad de aquí a 2050, según varios especialistas que se citaron para debatir sobre el tema en el congreso de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional celebrado en Ávila la última semana de octubre. El cambio climático y los movimientos antivacunas son los otros dos. “Se calcula que los fallecimientos por resistencia a los antibióticos ascenderán a diez millones en todo el planeta de aquí a 2050”, alerta González.

“Históricamente hemos tenido muy mala adaptación a las infecciones. A principios de siglo, las enfermedades contagiosas eran las que mataban a más gente, pero eso ha cambiado gracias a la higiene, las vacunas y los antibióticos”, detalla el experto. Algo que podría cambiar si las bacterias continúan aprendiendo a derrotar a la medicina. “Con otras lacras se han tomado medidas, por ejemplo, contra los accidentes de tráfico. ¿Por qué no sucede esto contra el uso excesivo de antibióticos? Podríamos debatir si las farmacéuticas están haciendo lo suficiente, porque la realidad es que llevan 30 años sin producir un medicamento nuevo”, completa el genetista.

Vuelven enfermedades que creíamos atrás

A las personas que no superarán una infección por la falta de efectividad de algunas medicinas, habrá que sumar las que mueren por enfermedades que estaban casi erradicadas. El aumento de casos de sarampión en varios países, entre ellos cuatro europeos, es un tema que preocupa tanto que la OMS incluyó la reticencia a las vacunas como una de las amenazas a la salud actuales. “Cuando dejamos de ver algunas cosas nos olvidamos, ¿no?”, se pregunta Francisco Giménez, del Instituto Balmis de Vacunas, mostrando la foto de una mancha de Koplic, unos granitos que salen en la boca cuando se sufre el sarampión. “Todo el mundo tenía hace unos años un compañero de clase que había sufrido la polio y se había quedado con alguna secuela, todo eso ahora nos parece muy lejano”, añade. En 2018 hubo 33 casos de polio en todo el mundo, en 2019 ya van 88. La cifra sigue siendo ínfima, pero casi tres veces superior a la del año precedente.

Más información: http://bit.ly/33R8M9k

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