Angela Merkel fue investida Canciller alemana para un cuarto mandato, con el voto de la mayoría absoluta del Bundestag (cámara baja), tras reeditar el acuerdo de gran coalición entre los conservadores y los socialdemócratas, como lo había hecho en su primer y tercer mandatos al frente del gobierno alemán.
Casi seis meses después de las elecciones generales, recibió el apoyo de 364 diputados de los 692 presentes en el hemiciclo, mientras que 315 votaron en contra, 9 se abstuvieron y 4 emitieron un voto nulo. “Asumo la elección”, manifestó Merkel ante el presidente de la cámara, Wolfgang Schäuble, quien le deseó “fuerza y éxito” para afrontar las “grandes tareas” de la legislatura.
Con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la reelecta Canciller, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), ambas fuerzas de derecha, y sus socios de izquierda del Partido Socialdemócrata (SPD), la gran coalición suma 399 escaños.
Tras conocerse el escrutinio, recibió los aplausos de los parlamentarios e invitados a la sesión, entre los que se encontraban, además de ministros de la pasada legislatura y futuros miembros del gabinete, su esposo Joachim Sauer y su madre Herlind Kasner.
Apenas una hora después de que el Parlamento reeligiese a Merkel, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, la nombró formalmente Canciller; la breve ceremonia tuvo lugar en el Palacio de Bellevue, residencia oficial del mandatario. La líder cristianodemócrata debe todavía jurar el cargo en el Bundestag y está previsto que poco después vuelva a Bellevue para el nombramiento de los ministros del nuevo Ejecutivo.
De este modo se pone fin a los casi seis meses de impasse político que siguieron a las elecciones del pasado 24 de septiembre, luego de la relativa fragmentación y las pocas opciones para formar gobierno estable tras la caída de los dos grandes partidos (conservadores y socialdemócratas) y la irrupción del ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
La asociación con los socialdemócratas, con quienes ya se había aliado en su primer (2005-2009) y tercer (2013-2017) gobierno, tras la firma formal este lunes del nuevo pacto de gobierno, producto de una negociación que tuvo sus altas y sus bajas. Tras los comicios, los socialdemócratas anunciaron que se iban a la oposición; Merkel trató entonces de formar un triunvirato con liberales y verdes, pero las negociaciones descarrilaron tras cinco semanas de contactos.
Entonces jugó un papel clave el Presidente Steinmeier, exlíder socialista y exMinistro de Exteriores de Merkel en su primer y tercer mandato, quien presionó a los socialdemócratas para reconsiderar su postura.
El entonces líder del SPD, Martin Schulz, abrió la puerta al diálogo, que derivó en negociaciones formales y, finalmente, en un acuerdo de coalición que recibió el visto bueno de las bases del SPD, en una consulta entre los casi medio millón de militantes del partido.
No obstante, el giro minó la credibilidad y Schulz acabó por dejar la presidencia de su partido y renunció a ser ministro en el nuevo gobierno. El Ejecutivo 2018-2022 inicia operaciones con seis ministerios para la CDU (entre ellos, Economía y Defensa), otros tantos al SPD (como Exteriores, Finanzas y Trabajo) y tres a la CSU, de los que destaca Interior.
La gran coalición deja en la oposición como primera fuerza a AfD, con 92 escaños; seguida del Partido Liberal (FDP), con 80; La Izquierda, con 69; Los Verdes, con 67, y dos independientes escindidos de la derecha radical.
(Con información de Reforma)
aml
