jueves 28 marzo 2024

John Ackerman, un gran impostor

por Alejandra Escobar Atempa

Uno de los propagandistas más encendidos del gobierno es John Ackerman; también es uno de los más aduladores del Presidente junto con otros personajes que configuran un grotesco besamanos de los que tanto se rodea el mandatario. Así, como si la transformación que éste encabeza necesitará sólo de cortesanos en vez de un esfuerzo colectivo donde interactúe la diversidad.

Una de las asiduas proclamas de Andrés Manuel López es la lucha contra la corrupción pero en los hechos no ha dado muestras de voluntad para enfrentarla, menos aún cuando se trata de investigar a políticos cercanos a él como el actual titular de la CFE, Manuel Bartlett. Ahora ese rechazo a dilucidar posibles actos de corrupción se encuentra en las propiedades de uno de sus propagandistas, John Ackerman y su esposa Irma Eréndira Sandoval, ella titular de la dependencia responsable de velar y sancionar, precisamente, actos corruptos: la Secretaría de la Función Pública. Así corresponde López Obrador a los aplausos que recibe de John Ackerman pero, sobre todo, así actúa porque no está dispuesto a ceder en ningún punto de vista o dato que conmueve los cimientos de su poder. En vez de ello, se lanzó contra el INE e incluso se dijo él guardián de procesos electorales equitativos en el país.

Este fin de semana, en las redes sociales, imperó la demanda de que Ackerman renunciara al Comité Técnico Evaluador de los cuatro consejeros que deberán integrarse al INE y lo que hizo el académico universitario fue afirmar que esto era un complot urdido en su contra por el ex presidente Felipe Calderón y cuentas de Twitter como las de este portal y la de su editora, Alejandra Escobar. Miente Ackerman, no se trata de conjura alguna: el director de etcétera, Marco Levario Turcott, lanzó la demanda en Twitter este domingo con plena convicción e independencia y él y los colaboradores de este sitio estamos convencidos de ello: Ackerman debe renunciar al cargo, informar sobre sus propiedades y ser investigado igual que su esposa, sobre todo ella que ocupa un puesto de tanta relevancia. En un país democrático esto es, o debería ser, bastante entendible.

De acuerdo con todas las encuestas, AMLO cada día pierde simpatías en la sociedad y qué bueno, la democracia, es decir, el ejercicio del voto, lo debe poner en su lugar.

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