viernes 29 marzo 2024

El cinismo de Javier Duarte

por Marco Levario Turcott

Al volver de España donde estuvo de vacaciones (es decir, sin interrumpir su solaz luego del multihomicidio ocurrido en el DF), Javier Duarte se deslindó de cualquier responsabilidad en aquellos hechos donde también perdió la vida Rubén Espinosa, fotorreportero que meses atrás salió de aquella entidad jarocha denunciando públicamente presiones y acoso debido a su trabajo periodístico.

El gobernador de Veracruz no se movió un ápice de su formato argumental en las entrevistas que concedió: el asesinato no sucedió en aquel estado, por lo tanto él no es responsable, a diferencia de los otros crímenes contra periodístas ocurridos en Veracruz y que, según él, así como usted lector lo lee, ya fueron esclarecidos, para decirlo de otra manera, según Duarte de Ochoa no hay impunidad en el estado que gobierna. Y eso no es así.

Los editores de etcétera hemos dicho una y otra vez que criticamos y así nos deslindamos, el tribunal mediático que litiga casi de inmediato que se supo del multihomicidio, lo mismo para incriminar directamente al mandatario priísta que para deslindarlo de forma tajante. Nosotros estamos convencidos de que esos reductos legales le corresponden solo a la autoridad y vale la pena esperar. Sobre esa base, claro, celebramos que la PGJDF decidiera recoger la declaración de Duarte en relación con este homicidio. Ninguna hipótesis puede descartarse hasta que no concluyan las investigaciones.

Sobre esa base, también, enfatizamos en el cinismo del gobernador que habla como si el estado de Veracruz no fuera una de las regiones más peligrosas para el trabajo periodístico, y declara sin probar, que la mayor parte de los asesinatos contra los profesionales de la comunicación ocurridos en Veracruz ya fueron esclarecidos. No es así, reiteramos, como lo pureba la situación que guardan las indagatorias según las propias autoridades encargadas de la procuración de justicia en el país.

Por mencionar un ejemplo entre trece que el lector puede verificar en este mismo portal, el 4 de mayo pasado el reportero Armando Saldaña fue interceptado por hombres armados en Veracruz y luego se encontró con cuatro disparos en la cabeza y signos de tortura (cortes de objetos punzocortantes y huesos rotos) sin que hasta ahora las autoridades de ese estado hubieran dilucidado ese crimen atroz.

Esa es la estatura ética de Javier Duarte: la mentira para evadir sus responsabilidades.

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