jueves 18 abril 2024

AMLO ve a los medios como estorbo para el avance de su proyecto de país

por Marco Levario Turcott

Durante su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador arremetió otra vez contra medios de comunicación y periodistas que le critican y, en su extensa alocución de alrededor de una hora, demostró su prioridad aun cuando la crisis económica y el pico más alto de la pandemia son inminentes.

Mal haríamos si aquella arenga la consideramos un exabrupto más del presidente y no como lo que es, el intento de defenestrar a un poder fáctico que acota su poder a través de mostrar la ineficacia de las políticas públicas en prácticamente todos los órdenes de la administración y, al difundir esa ineficacia, es uno de los responsables de la paulatina caída en sus niveles de popularidad. .

Está claro: la reiterada ofensiva del presidente contra los medios atenta contra la libertad de prensa y la pluralidad porque los medios son espejo de la diversidad de enfoques que hay en la sociedad. Al descalificar a los medios, López Obrador descalifica a quienes no están con él por la vía de endilgar sus asiduos calificativos, en particular, el de conservadores, y por ello el presidente también alienta al encono social.

Para ese enfoque autoritario no existe cuestionamiento válido, los medios y los profesionales de la comunicación sólo obedecen a intereses creados, defensa de privilegios o nostalgia por el antiguo régimen porque él no se equivoca, lo mismo al prever, como dijo, la caída en los precios del petróleo que anticiparse con tres meses de antelación a los riesgos del Covid-19 (aunque ello, es evidente, no es cierto).

FOTO ORIGINAL: GALO CAÑAS /CUARTOSCURO.COM

La visión de López Obrador es muy limitada y maniquea y él lo sabe: la fórmula le ha sido útil desde sus primeros pasos como líder opositor en Tabasco cuando, en sus mítines, decía qué medios lo criticaban y qué medios lo apoyaban para azuzar a sus simpatizantes e intimidar a sus cuestionadores. Pero hacerlo como presidente, echa a andar la maquinaria del poder contra sus críticos para ir más allá de las palabras en los ataques contra las empresas de comunicación (retiro de concesiones, ahorcarlos por la vía de la publicidad oficial y otros recursos más) y suscitar presiones desde las redes sociales contra medios y periodistas.

Al menos para mí, es claro: López Obrador ve a los medios como estorbo para el avance de su proyecto de país.

En su larga alocución, además, el presidente mintió. Buena parte de los medios que difunden sus mensajes, se encuentran atentos a sus giras e incluso registran lo que come y cualquiera de sus desplantes habituales. AMLO no puede quejarse de falta de cobertura sin faltar a la verdad y en lo que tiene que ver con los contenidos editoriales tampoco. Más allá de la aquiescencia de la mayoría de los diarios respecto a la administración presidencial, en la prensa escrita están los columnistas Epigmenio Ibarra, Gibrán Ramírez, Lorenzo Meyer o Hernán Gómez, entre decenas, igual que en los medios electrónicos. Ello además sin ahondar en los medios públicos que funcionan como maquinaria propagandista del poder junto con Notimex.

Por si todo lo anterior fuera poco, en esta ocasión Andrés Manuel López Obrador dejó claro lo que para él significa periodismo independiente, vamos, el progresista, al mencionar nada más y nada menos que a Federico Arreola –quien se dedica a elogiarlo como lo ha hecho en sexenios anteriores con otros presidentes– y Enrique Galván Ochoa, militante de su causa y miembro del consejo redactor de la Cartilla Moral impulsada por el gobierno, quien ha hecho de la difamación una de sus características principales.

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