lunes 18 marzo 2024
Adriana Curiel

Adriana Curiel

Mexicana sonriente, con más pecas que pecados, diletante soñadora de la literatura. Cuenta con una larga trayectoria en el periodismo de negocios. Ha publicado en los medios internacionales: Mergermarket, Financial Times, Forbes y Latam Investor. En México colaboró para El Financiero y la revista Obras, de Grupo Expansión.

Author: Adriana Curiel

Dime quién soy

“One does not become enlightened by imagining figures of light, but by making the darkness conscious” Carl Jung Me exiges respuestas. Tal vez sea el único que pueda dártelas, pero

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Carita de porcelana

Mateo habitaba mi recuerdo. Alto, desgarbado. Dueño de una personalidad indomable. No se guiaba por estaciones del año ni husos horarios. Absorto, vestía mi cuerpo en óleos que más tarde

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Casandra, la bruja nalgona

Ocurrió durante el aquelarre de iniciación. Una falla de cálculo en la pócima. El caldero pedía polvos de diente de leche, costra de rodilla y un pelo de daemon, que

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Soledad

“Fighting against our destiny would be a battle like the bunch of spikes that would resist the sickle”. Lord Byron Es difícil entender a qué se viene a esta vida.

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Tiempo de morir

“All those moments will be lost in time, like tears in rain. Time to die”. Blade Runner María levantó la cabeza con mansa lasitud. No reconoció aquel cuarto blanco impoluto.

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La fiesta del rebaño

Un mes después de que cerraran el bar donde trabajaba no tuvo más alternativa que regresar a casa. La noticia tampoco le hizo gracia a la esposa de su padre,

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Pay de limón

Un griterío la obligó a deslizar pasos lentos hacia la ventana. Con una mano temblorosa se acomodó los lentes. Pudo ver cómo una pareja de camilleros trataba de calmar a

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Belleza en cautiverio

No recordaba cuándo había comenzado a sentir temor por mirarse directamente a los ojos. “Tonterías de niña”, se decía. Ahora era muy hábil para admirar su belleza en cada reflejo

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Lover

Era una máquina sexual. El clima y la hora le importaban poco, le bastaba que yo lo deseara. Presto a deslizarse entre mis piernas obedeciendo a las necesidades de mi

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Duérmete mi niño

Luna estaba por entrar a la adolescencia, pero tal vez por desnutrición temprana aparentaba ser más joven. Ni ella misma sabía la edad que tenía, mucho menos recordaba el día

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