jueves 18 abril 2024

Sin éxito: recaudación del impuesto a “comida chatarra” no refleja disminución del consumo

por etcétera
Durante el primer semestre del 2015 el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), aplicado desde el 2014 a los alimentos con alto contenido calórico (refrescos y “comida chatarra”), generó un superávit a las arcas gubernamentales, lo que se traduce en una estrategia fallida para disminuir el consumo de este tipo de productos en la población.

De acuerdo al reporte semestral de este año de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP), con el IEPS se recaudó un monto de ocho mil 163.6 millones de pesos, lo que signficó una diferencia de 577.6 millones más de lo que la dependencia había estimado generar.

En comparación con el reporte del mismo periodo del 2014, esto representó un incremento del 31.8%, lo que significa que el aumento del 8% a los alimentos “chatarra” y el peso por litro de refresco no hizo que se disminuyera el consumo de estos productos.

Respecto al impuesto generado a las bebidas saborizadas azucaradas añadidas, que incluye a los refrescos, los concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores que se diluyen, se generó una recaudación de nueve mil 827.5 millones de pesos, cuando se estimaba una cifra de ocho mil 929.8 millones en el primer semestre.

Esta diferencia a favor representó un porcentaje mayor de recaudación en comparaión con el impuesto sobre la renta (24.8%) y sobre el Impuesto al Valor Agregado (0.9%), lo que convierte al IEPS en el “gravamen estrella” del gobierno federal”, según Pedro Carrión, socio de Impuestos y Servicios Legales de PwC entrevistado por El Universal.

A pesar de que el objetivo por el que se creó el IEPS en teoría no ha sido cumplido, Carrión considera que éste no será reducido principalmente porque esto compensará el déficit en otros sectores de recaudación consecuencia, en primer lugar, de la disminución de los precios del petróleo.

Difícilmente se reducirán ese tipo de impuestos, porque está teniendo una recaudación superior a la estimada; es un impuesto fácil de recaudar y que en estos momentos en que el sector público mexicano enfrenta problemas de ingresos por la caída de los precios del petróleo y la desaceleración empieza a pesar en la propia recaudación del IVA, creo que difícilmente en ese sentido se vaya a ceder en una disminución, es poco probable”, señala el especialista.

Por su parte, Felipe Torres, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, explica que el fenómeno se da debido a que “los receptores de esos mensajes no son los mismos y no hay otras alternativas para compensar el deterioro nutricional o una regulación”, aunado a una fuerte presencia en regiones marginadas de empresas como Coca-Cola.

El senador Mario Delgado considera que estos resultados serán utilizados por las empresas a quienes afecta el impuesto para argumentar que la estrategia antiobesidad emprendida no cumplió las expectativas, aunado a que el gobierno no ha implementado las acciones que se compretió a realizar.

“Mientras que el gobierno no tenga la honestidad de destinar estos recursos a programas de salud y lo destine a su bolsa general de gasto, está validando la postura del sector privado en su argumentación de que el impuesto no ha tenido ningún impacto en salud o en el consumo“, acusó el legislador.

mahy

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