“Sé que la libertad de expresión es de quien la trabaja, como la tierra que soñó Zapata”, señaló Carlos Payán Velver (DF, 1929), el periodista y director fundador de La Jornada en la emotiva ceremonia de entrega del Premio a la Libertad Expresión en Iberoamérica, que entrega cada año Casa América Catalunya. En una clase magistral de historia y periodismo, el maestro Payán recordó los difíciles años fundacionales del diario, en los que trabajó codo con codo con personajes cruciales en la historia del pensamiento crítico y el compromiso por la defensa de los derechos humanos en México, como Gabriel García Márquez, José Saramago, Francisco Toledo, Rufino Tamayo, Carmen Lira Saade y todos los periodistas que contribuyeron con su trabajo a crear un periódico que este año cumple su trigésimo primer aniversario.
Casa América Catalunya decidió reconocer la trayectoria impecable y la aportación crucial de Carlos Payán a la historia del periodismo en México en el siglo XX y de nuestros días. Este reconocimiento tiene la tradición de exaltar la labor de defensa de las libertades y del ejercicio del oficio desde una visión crítica y de darle voz a los que no la tienen. De ahí que ahora Carlos Payán forme parte de la lista que tiene a personalidades o instituciones como Medios para la Paz, el diario argentinoPágina 12, la organización no gubernamental Reporteros sin Fronteras, la reportera mexicana Lydia Cacho, el escritor Sergio González Rodríguez y el periodista nicaraguense Carlos Fernández Chamorro, entre otros.
Payán, quien desde hace un tiempo vive junto a su mujer, la escritora colombiana Laura Restrepo, en un pueblo de los Pirineos, Ripoll, enarboló con su voz firme y rotunda un discurso claro que tituló “Sobre las dificultades del oficio”. Y en el que, en unas cuantas páginas, desplegó algunos pasajes de su singular biografía, pero sobre todo los principales aprendizajes que le ha dejado el periodismo. De hecho destacó que en su vida las dos decisiones más importantes que había tomado eran afiliarse y pertenecer al Partido Comunista Mexicano y abandonar la toga de abogado para cambiarla por la libreta y la pluma del periodista avieso e incisivo en el que se convirtió en poco tiempo.
Para abrir boca compartió una de las muchas lecciones que le dio la profesión y haber estado durando 12 años al frente deLa Jornada, hasta que en 1996 cedió al testigo a la actual directora, Carmen Lira: “Uno de los enemigos principales de la libertad de expresión y de su correlativo, la libertad de prensa, es la presión que ejerce el poder gubernamental desde sus diversas instancias”.
Y tras citar una trilogía de episodios curiosos de la historia de México también habló de lo que ocurre en nuestros días, para lo que recordó el caso del despido de Carmen Aristegui de la empresa MVS por las presiones del poder público.
Otra dificultad que enfrente el periodismo, según Payán, es la “presión de la Iglesia” católica y sus jerarcas, que lo mismo se han opuesto de forma furibunda a la aprobación de leyes de interrupción voluntaria del embarazo que han estrechado un cerco de boicot de publicidad a los medios de comunicación que publicasen noticias polémicas sobre sus líderes espirituales, como ocurrió con el caso del fundador de Los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, cuando desde La Jornadase denunciaron los casos de abuso de menores.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/06/03/payan-3435.html