jueves 28 marzo 2024

AMLO y las cinco mentiras destacadas de la semana: “no se está militarizando al país”

por etcétera

Quinta entrega

Bienvenidos a la quinta entrega de AMLO y las cinco mentiras de la semana del 26 al 30 de julio de 2021.

Durante esta semana, el presidente y sus colaboradores dijeron mentiras que vale la pena desmontar, pero además, iniciaron una nueva variante propagandística dentro de las conferencias mañaneras, consistente en analizar el “equilibrio” de los medios de comunicación, mediante el recurso de señalar las menciones positivas y negativas respecto al quehacer del gobierno.

Esto, supuestamente con la finalidad de educar al pueblo en la manera en que los medios de comunicación desinforman para dañar a su administración.

Mentira 1

26 de julio

No es cierto que se esté militarizando al país, porque el Ejército ya no viola derechos humanos.

Para el presidente “militarización” equivale a que las Fuerzas Armadas efectúen masacres, violen derechos humanos y en general, atenten contra la población y según él, en su gobierno el Ejército ya no comete ningún atropello. En esta ocasión no abordaremos si esto es verdad o no, sino que nos enfocaremos en el concepto de “militarización” para demostrar que AMLO miente al afirmar que no está militarizando el país.

Al respecto, Wikipedia, esa maravilla de conocimiento colaborativo, nos dice que la militarización puede definirse de varias formas: como la potencialización de las fuerzas armadas; el uso de las fuerzas armadas en tareas no tradicionales; el uso de las fuerzas armadas para combatir las amenazas internas de carácter no militar o para realizar misiones que tocan a las policías y otra más es el hecho de que el sector militar incida en la sociedad, la política, la economía y la educación.

Partiendo de cada una de estas nociones es evidente que lo cierto es que el presidente está militarizando al país, ya que ha hecho al Ejército y a la Marina más influyentes, poderosos y con más dinero que nunca; los emplea en tareas propias de civiles, como la construcción de un aeropuerto y un tren (lo que incide también en la economía); les encomienda labores policíacas, como deja en claro la creación de la Guardia Nacional y les ha dado un papel preponderante en el Plan Nacional de Vacunación, una labor de profunda incidencia social.

Mentira 2

26 de julio

Ante la pandemia hemos actuado con prudencia, equilibrando libertad, economía y salud.

Esta declaración la hizo el presidente al señalar que, a pesar de la fuerza que está tomando la tercera ola, no ordenará un “toque de queda”, cierres ni medidas autoritarias. Dijo que “ya sabemos cuidarnos” y que su gobierno ha manejado muy bien la pandemia, logrando un equilibrio entre libertad, economía y salud.

Lo cierto, como documentamos cotidianamente en etcétera, es que lo que el presidente llama “libertad” en realidad ha sido negligencia y omisión. Lo que llama equilibrio en la economía, en realidad fue la pérdida de cientos de miles de empleos, el cierre de cientos de miles de negocios y una brutal contracción económica.

Y ¿qué decir de la salud? Lo que el presidente llama así, en realidad son casi 300 mil muertos, tan solo por COVID-19. Eso, sin mezclar en este tema el desabasto de medicamentos, producto de la incompetencia.

Mentira 3

27 de julio

Las farmacéuticas recomiendan vacunar a niños sólo para hacer negocio; no hay evidencia científica de que los menores las requieran y la OMS no lo recomienda ni tampoco los profesionales.

Esta es una mentira enorme, grave y compuesta de varios elementos. Requiere de cuidado para desmenuzarla. Veamos.

Lo cierto es que la industria farmacéutica, con todo y que sí, es un negocio, es una industria esencial, y que además no recomienda vacunar niños solo para vender vacunas, sino porque los niños también mueren por COVID. A lo largo de la pandemia en México han muerto casi 600 niños. Pero como son “menos” que los adultos, AMLO los desprecia.

Sobre que la OMS no lo recomienda, lo cierto es que un día antes, el 26 de julio, la OMS recomendó priorizar la vacunación de mujeres embarazadas y niños con enfermedades crónicas. ¿Por qué? Por tres motivos: uno, las embarazadas pueden contagiar COVID-19 a sus bebés dentro del vientre; dos, los niños sí se contagian, mucho más los que padecen otras enfermedades y tres, se les debe priorizar porque las vacunas son limitadas.

Respecto a que los profesionales no lo recomiendan, etcétera localizó un interesante artículo publicado el 31 de marzo de 2021 por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria en su revista electrónica, firmado por el pediatra Ángel Merino, que dice que si bien el índice de letalidad entre niños es mucho menor, eso no significa que no exista.

Agrega que si (en marzo de 2021) no se estaba aún vacunando a niños menores de 16 años (actualmente ya se vacuna a niños a partir de 12 años en algunos países de Europa) es porque no se ha terminado la investigación, pero que ésta se encuentra muy avanzada.

También dice que “la vacunación infantil frente al COVID es una necesidad práctica, será factible en los próximos meses y es, finalmente, una obligación ética”.

En síntesis: lo cierto es que a AMLO le duele gastar y además, no sabe, o finge no saber que sí existen recomendaciones y evidencia que apoyan la vacunación en niños y esta evidencia cada vez es más abundante.

Mentira 4

28 de julio

Ya no destinamos grandes cantidades de dinero a la publicidad en medios y por eso nos atacan.

Esto es una mentira, pero desde el punto de vista de Andrés Manuel López Obrador no lo es. ¿Por qué?

Porque lo cierto es que comparado con las cantidades que gastó el gobierno de Enrique Peña Nieto el de AMLO ha gastado mucho menos. Pero lo cierto es que siguen siendo cantidades de miles de millones de pesos.

Ahora, de parte del presidente es una confesión de algo más grave: que solo está dispuesto a otorgar contratos a los medios que le favorezcan. Eso habla de que a pesar de la pretendida lucha contra la corrupción, la asignación del gasto en publicidad es totalmente discrecional.

Tan sólo en 2019, según datos recopilados por Artículo 19 a partir de cifras oficiales, el gobierno federal pagó a medios de comunicación, por concepto de publicidad, 3 mil 245 millones de pesos.

En 2020, según datos oficiales a los que tuvo acceso la agencia AP, el gobierno gastó 654 millones de pesos por concepto de contratación de espacios.

Hay que acotar aquí un detalle importante: el gasto del gobierno no es transparente. Las cifras disponibles, citadas arribas y que son solo un ejemplo mínimo (debido al breve espacio de esta nota) indican que el gobierno sí sigue gastando muchos millones de pesos en publicidad oficial.

A pesar de ello, 2019 fue de intensa crítica hacia AMLO por parte de los medios, incluso de aquellos que recibieron contratos.

Indican también que arrancó el sexenio repartiendo miles de millones y que ya en 2020, recortó el gasto “abierto”, es decir, los contratos asignados a medios formalmente constituidos.

Sin embargo, durante 2020 proliferaron con toda su fuerza los canales “alternativos” en YouTube proAMLO, aumentaron las cuentas proAMLO en Twitter y se gastó en la diaria conferencia de Hugo López-Gatell, adicional a los gastos de la conferencia mañanera, que incluye el llevar pseudoperiodistas que colocan preguntas a modo para el presidente.

Es decir, en la mentira que citamos arriba hay una parte de verdad, pero también una confesión que, insistimos, es grave: la parte de verdad es que el gasto, comparado con el de otros gobiernos se ha reducido, más la parte de mentira es que no se ha eliminado.

La grave confesión es que el gobierno solo está dispuesto a dar contratos a medios que le aplaudan, lo que demuestra otra mentira: que respeta la libertad de expresión. Un gobierno que respeta la libertad de expresión no busca ahogar económicamente a la prensa crítica, ni condiciona los contratos a la línea editorial.

Mentira 5

28 de julio

Que ni AMLO ni la titular de Semarnat, María Luisa Albores, sabían nada del problema que se vive en la Sierra de San Miguelito, en donde inmobiliarias quieren depredar un área natural.

El contexto de esta mentira es complejo y detallado, y el lector puede consultarlo en etcétera en la nota referente al debate entre Julio Astillero y AMLO en ESTE ENLACE:

Lo cierto es que, como también documentamos en ESTA OTRA NOTA, el presidente López Obrador sí conocía del proyecto inmobiliario que ha venido “denunciando” el periodista Julio Hernández y también lo conocía la Semarnat.

La prueba, como el lector puede ver, es que desde enero pasado la vocería de Presidencia emitió una postura clara al respecto.

Lo cierto es que si AMLO dijo desconocer el problema fue para dar ocasión al supuesto “intercambio democrático” entre él y Julio Hernández, para así generar la percepción de que su gobierno es totalmente abierto a los cuestionamientos de la prensa, que permite el derecho de réplica y no teme a la crítica.

Dicho intercambio dio pie a que AMLO respondiera, indignado, que él jamás ha dañado el medio ambiente (de lo que se le acusa por permitir que Pemex y la CFE estén contaminando más) y que jamás perseguirá a periodistas opositores.

En este sentido, es cierto que no hay evidencias de que mande perseguir periodistas, pero lo cierto es que diariamente estigmatiza, insulta, y minimiza a medios y periodistas críticos, lo cual genera un clima de rechazo a la prensa.

También es que cierto que durante su gobierno hay 46 periodistas asesinados, que no ha emitido un pésame oficial por ninguno de ellos y no ha implementado acciones efectivas para reducir la violencia contra el gremio.

Actualización:

En la entrega de la semana pasada, una de las mentiras que enlistamos fue la dicha por la Secretaría de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, que dijo que durante este sexenio el homicidio “ha contenido” y se sigue conteniendo, pues de enero a junio el delito se ha reducido 3.2% con respecto al mismo periodo del año pasado.

Lo cierto es que esa cifra citada por la funcionaria fue un manejo engañoso para dar la impresión de que se avanza.

Lo cierto es que durante 2020 se registraron apenas 82 homicidios dolosos menos que en 2019, según cifras preliminares difundidas por el INEGI  el 27 de julio, con lo que se sostuvo la misma tasa de 2018 y 2019, la más elevada desde 1990.

Esos datos confirman al sexenio de AMLO como el más violento de la historia.

*ofv

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