jueves 25 abril 2024

Con “Misión rescate…”, Ridley Scott se reivindica

por María Cristina Rosas

"Misión rescate. Tráiganlo de vuelta" (The Martian) (2015) es una deslumbrante producción del veterano Ridley Scott, quien tiene una larga y productiva trayectoria en el séptimo arte con películas verdaderamente inolvidables, destacando "Alien" (1977), "Blade Runner" (1982), y "Thelma & Louise" (1991), entre otras. Scott afirma que, tanto "Alien" como "Misión rescate" son el resultado de que el propio cineasta viera hace ya varias décadas "La guerra de las galaxias" y se convenciera del potencial de películas apoyadas en efectos especiales.


"Misión rescate" es, posiblemente después de "Alien", una de las mejores películas de ficción, que se beneficia ciertamente del guión de Drew Goddard -quien a su vez se basa en la novela de Andy Weir, titulada "El marciano"- y también de las investigaciones efectuadas por la NASA y otras agencias espaciales y especialistas de todo el mundo en torno al planeta rojo.


Esta superproducción que lideró la taquilla estadunidense en octubre pasado y que ha tenido un enorme éxito comercial, es estelarizada por Matt Damon y Jessica Chastain, quienes encarnan a miembros de la tripulación de la misión Ares III que realiza maniobras e investigaciones en el planeta Marte.


En una exploración de rutina sobre la superficie marciana, los miembros de la misión son sorprendidos por una suerte de tormenta de arena, la que, dadas sus proporciones amenaza con volcar la nave que está anclada -en suelo marciano- y, por supuesto, puede costarle la vidas a todos los astronautas. Por lo tanto, todos se aproximan a la nave para abordarla, pero una rafaga desprende piezas metálicas de las diversas instalaciones colocadas por los visitantes y una de ellas golpea a Mark Watney (Damon), arrojándolo varios metros y perdiendo contacto con sus compañeros. La jefa de la misión, Melissa Lewis (Chastain), desea regresar a buscar a su compañero, pero los demás astronautas la convencen de abordar la nave y partir, dado que "Mark está muerto" -le dicen. Esta información es enviada a la NASA que, en conferencia de prensa explica al mundo que la misión fue suspendida y los astronautas evacuados ante la tormenta descrita, además de que se asevera que el astronauta Mark Watney murió.


Mientras tanto en Marte, ya pasada la tormenta, vemos el cuerpo de un astronauta que se mueve entre la arena y que resulta ser Mark, a quien todos creían muerto. Herido por una varilla de una antena que tiene enterrada en su estómago, se las arregla para caminar hasta la estación de la misión, a donde ingresa, se desviste y se retira la pieza metálica, curando su herida. Un par de días marcianos después (los días marcianos son denominados "sol"), Mark empieza a elaborar un video-diario, explicando ante el monitor de una computadora todo lo que le sucedió. En su descripción señala que está solo, que todos lo creen muerto y que sus posibilidades de sobrevivir son escasas.


A continuación hace un recuento de los víveres con los que cuenta, los que le durarían un año, pero en el caso de que pudiera comunicarse a la Tierra, deberá esperar cuatro años, cuando la siguiente misión, Ares IV, llegue al planeta rojo. Mark, por cierto, es un botánico y sabe mucho sobre cultivos. Al buscar entre los víveres de que dispone, se encuentra con una bolsa de papas que decide cultivar en suelo marciano, para lo cual creará agua.


Poco a poco Mark se va recuperando y decide salir de la estación y explorar el entorno. Para su buena suerte, se topa con los restos de la sonda Pathfinder, la que logra reparar para tener una comunicación visual y escrita con la Tierra. Previamente, en la NASA reciben imágenes satelitales que muestran cambios en las celdillas solares asentadas en el suelo marciano y logran identificar al atribulado Mark. La disyuntiva para la NASA es abastecer de víveres a Mark antes de que pueda llegar la misión Ares IV. No es opción reenviar a los astronautas de la misión Ares III, quienes tienen que continuar con otras tareas.


Cuando Mark logra establecer contacto con la Tierra, su historia le da la vuelta al mundo, lo que hace difícil para la NASA ignorar el clamor popular de ir a rescatarlo. Sin embargo, el director de la NASA no desea desviar a los astronautas de la misión Ares III, si bien busca dilucidar cómo llevar alimentos lo más pronto posible a Mark. Tras una discusión con uno de los responsables del programa, la tripulación del Ares III es informada de que su compañero está vivo y todos los astronautas están de acuerdo en ir a rescatarlo, aun cuando hacerlo, es muy riesgoso, pero al final, lo logran.


Ya Hollywood nos había presentado historias "celestiales" similares. Dos, en particular, vienen a mi mente: "Apolo 13" (1995), de Ron Howard y, la galardonada "Gravedad" (2013) de Alfonso Cuarón. La película "Apolo 13" narra un hecho verídico -el colapso de la misión "Apolo 13" en 1970, debido a una falla en la nave que transportaba a los astronautas, y el trabajo que desde la Tierra debe hacer la NASA para traerlos de vuelta. Por su parte, en "Gravedad" la historia es ficción, y es la basura espacial la que genera el accidente que destruye diversos activos, entre ellos, la Estación Espacial Internacional, y la nave de los astronautas de la misión, y en ese escenario sólo sobrevive la Dra. Ryan Stone (Sandra Bullock). Menciono estas dos películas, porque independientemente de sus virtudes y defectos, me parece que ambas nutren mucho de lo que vemos en "Misión rescate." Quedar varado en Marte no es cualquier cosa, como tampoco lo es accidentarse en la Estación Espacial Internacional, o en una nave entre la Tierra y la Luna. Allá no hay servicios de rescate que puedan acudir en auxilio de los supervivientes. Son ellos los que deben arreglárselas por su cuenta para poder regresar al planeta azul. En las tres películas el denominador común es cómo los seres humanos, en ambientes tan hostiles, hacen lo necesario para sobrevivir y regresar a la Tierra. En el caso del "Apolo13", cierto, la NASA apoyó y orquestó hasta cierto punto, el viaje de retorno. En el caso de "Gravedad", Sandra Bullock logra encontrar una nave china, con la que regresa a la Tierra sin ninguna ayuda ni orientación. En "Misión rescate", Mark está sólo y sus compañeros de la misión eventualmente acuden en su auxilio. Es decir, el guión es conocido.


Sin embargo, hay que decir que la enorme diferencia de "The Martian" respecto a otras producciones previas, como las ya citadas, es que logra crear una historia interesante, futurista y, según algunos, plausible, con Marte como telón de fondo. Filmada en Hungría y en Jordania, la película hace alarde de efectos especiales y una ambientación aclamada en todo el mundo. Tal vez, y esto lo digo como mexicana, debieron contratar a Emmanuel Lubezki para la cinematografía, si bien tengo que reconocer que el trabajo del polaco Dariusz Wolski -quien tiene un currículum muy nutrido, habiendo estado a cargo de la fotografía y edición de "Piratas del Caribe", amén de ser empleado recurrentemente por el propio Ridley Scott y Tim Burton- es estupendo.


La película se la roba Matt Damon, que alejado de "la supremacía Bourne" luce por sus capacidades histriónicas, de las que, a mi manera de ver, nos había dado sólo una "probadita" en trabajos previos. En esta oportunidad brilla con luz propia.


Cabe destacar que en la filmación se usaron sofisticados recursos cinematográficos, incluyendo igualmente tecnologías que los astronautas, en la vida real, emplean en el espacio exterior. Me gustó también que aquí no se..

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