viernes 29 marzo 2024

Ni muy muy, ni tan tan

por Marco Levario Turcott

Seña de identidad entre intelectuales nice roqueros in es Germán Valdés, al que consideran el mejor cómico del cine mexicano y, como ocurre con Fritz Glockner, también un revolucionario que se adelantó a Marcos en su proclama en favor de los indígenas por su película El Ceniciento (1951). Y ya metidos en excesos ahí está el de Pato, de Maldita Vecindad, que consideran al actor “ el último rebelde del siglo pasado y el primer mexicano del siglo XXI”.

Con la lógica del escritor podríamos decir que Dolores del Río, además de una estupenda actriz, fue vanguardia en la lucha feminista e incluso se adelanto a la supuesta causa indígena del propio Germán Valdés en María Candelaria (1943), y ni qué decir de lo que para el guitarrista sería la diva, algo así como la última rebelde de Hollywood y la primera del cine mexicano del siglo XXII.

Aquellos, son disparates. Ni el actor es un filósofo o estratega político metido a lid de la comedia por quién sabe que extrañas razones ni lo que hizo está deprovisto de signos con lo que amplios sectores del público se identificaron. Su lenguaje, osea el spanglish, y su forma de vestir y su ocurrente agilidad mental y su canto y su baile y su suerte con los amigos hasta tener un carnal entre ellos y con las mujeres y el dinero. No digo más por que de elogios, merecidos y no, está plagada su figura.

No exagero, créanme. Hay quienes aseguran que Germán Valdés es mejor que Mario Moreno porque éste último fue asesor de Gustavo Díaz Ordaz, como si al ver una película hurgáramos en la convicción política de los actores para juzgar su trabajo. Si ese fuera el caso, cualquiera diría que Ana Colchero es mejor actriz que Nicole Kidman, pero ese cualquiera tendría serios aprietos para decidir entre Colchero y, digamos, Susan Sarandon. Sería un mal chiste pedirle que decida en función de cuál de las dos ha participado en más marchas.

Como músicos los integrantes de la Maldita son muy buenos,, pero como analista políticos son… muy buenos músicos. Creo que pasa ,lo mismo con Germán Valdés, con Mario Moreno y con Adalberto Martínez (ninguno se planteó, de ninguna manera, la afrenta al poder). Y aquí, otra vez, falla lo políticamente correcto. Decir al mejor cómico entre los tres es algo así como decretar que Jaguares tiene más calidad que Maná o que Café Tacuba porque Saúl interpretó magistralmente a Juan Gabriel y como ahora a todos nos gusta el hijo pródigo de Cuidad Juárez, entonces el veredicto es inapelable.

Puestas así las cosas creo que nadie puede decir qué película es mejor entre, pongamos, El rey del barrio, Águila o Sol y Baile mi rey. Las semejanzas son de la época, en tránsito del México rural al urbano se sitúa la historia de un hombre ventajoso, dicharachero y poco dispuesto al trabajo, característica que, junto con la de mujeriego y besucón, es la qué más realza Germán Valdés (así es que, también en está ocasión, se contradicen las almas políticamente correctas). En aquellas cintas las singularidades de cada uno están en apogeo; en la primera, la consilidación del pachuco, en la segunda la del lenguaje pícaro e irreverente y en la tercera la del habla del barrio urbano con todo y , los recursos de la sobrevivencia de los jodidos y su destrampe en el baile.

Con esos parámetros, nadie puede negar que El beibolista de Resortes es mucho mejor que El mariachi desconocido, El quelite o El médico de las locas. Se me podría decir que las tres son, si embargo, mucho mejor que la de las ficheras de Adalberto Martínez, coincido en parte Pedro Navajas es mejor, pero enseguida les recuerdo a Tintansón Crusoe, Chanoc contra el tigre y el vampiro y Las tarántulas que, sin duda, casi son tan malas como El barrendero, Si yo fuera diputado y El patrullero 777 (escribo casi por que son insoportables los sermones de Cantiflas).

A los aduladores sin crítica de Germán Valdés no les concedo ni cuando dicen que, en todo caso, es el artista con el nombre más largo. No es verdad, Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo es superado por el músico poeta : Argel Agustín María Carlos Fausto Marino Alfonso del Sagrado Corazón Lara y Aguirre del Pino. O cuando dicen que es el actor del teatro que más a durado en una temporada; el mérito es de Olga Breeeskin, con quien Genaro Castillo hizo su penúltima película. Cuando me dicen que es el actor que más ha besado en pantalla las mujeres , por cierto, las más hermosas de la época, acepto y lo envidio: Lilia del Valle, Rosita Fornés, Marta Valdés, Lorena Velázquez y Ana Bertha Lepe, entre otras (Uff, dos besucones en promedio por película dan 212).

Mi definición socialdemócrata no encuentra amparo en cómico alguno, ni siquiera en el multicitado. Pero eso sí, sin los anteojos de la moda disfruto mucho a Tin Tan con y sin Tun Tun. Y tan tan.

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