viernes 19 abril 2024

Michael Jackson

por María Cristina Rosas

Este texto fue publicado originalmente el 09 de julio de 2009


Tuve la maravillosa y a la vez difícil oportunidad de asistir a las exequias y al homenaje a Michael Jackson. Puedo decir que lejos de ser un circo, como afirmaba Elizabeth Taylor al explicar su ausencia en el homenaje al “Rey del Pop” efectuado en el Staples Center de Los Angeles, California, el adiós de su familia, amigos y admiradores sorprendió por la sobriedad, el buen gusto, el respeto, y el cariño al gran artista, al filántropo y al ser humano.

A lo largo de la jornada de hoy pude observar algo que no se ve todos los días: negros, blancos, asiáticos, latinos, todos unidos en un tributo inusual, alejado de la estridencia de Hollywood, con todo y que en California reside la meca de la cultura popular estadounidense. Es verdad que el orgullo negro prevaleció: Queen Latifah, Usher, Lionel Richie, Stevie Wonder, y Magic Johnson, entre otras personalidades afroestadounidenses, hablaron y/o cantaron con gran emoción, mostrando cuánto ha progresado Estados Unidos en materia racial, aunque claro, todavía falta mucho por hacer. La Unión Americana tiene en la actualidad un Presidente afroestadounidense, algo que hasta no hace mucho parecía impensable, y Michael Jackson ciertamente hizo una aportación a ello (por eso no deja de sorprenderme la poca atención que Barack Obama le ha prodigado al deceso del “Rey del Pop”). Pese a ello, agradezco que el evento no se haya politizado.

Llamó mi atención la unidad de la familia Jackson. A pesar de la reprochable conducta del patriarca de la familia (denunciada en distintos momentos tanto por La Toya como por el propio Michael), todos sus miembros estuvieron presentes en el cementerio Forest Lawn y en el Staples Center y eso no es común, especialmente en una sociedad donde la desintegración familiar es la norma. Michael Jackson logró unirlos. Ojalá que esa unidad perdure y que la administración de la herencia y los bienes del “Rey del Pop” no desencadene pugnas que suelen producirse en estos casos y que el patriarca de la familia, quien ya dio ciertas muestras de su codicia, sepa estar a la altura de las circunstancias.

Si bien el evento en el Staples Center fue muy emotivo, para mi gusto, hubieron situaciones especialmente impactantes. En particular, cuando Brooke Shields, una mujer blanca ligada sentimentalmente a Michael, subió al escenario y dio cuenta de algunas de sus vivencias, fue un momento sublime. Shields sollozó al recordar que la canción favorita de Michael era Smile (Sonríe) de Charles Chaplin. A continuación, el hermano de Michael, Jermaine, interpretó esa canción. Mientras eso ocurría, recordé el día en que murió Charles Chaplin, otro gran ícono de la cultura popular. Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977. Yo tenía 12 años. Fue una navidad muy triste para mí. Recordé entonces otra melodía escrita por él, Limelight (Candilejas) a la que Roberto Carlos le puso letra: “Tú llegaste a mí cuando me voy…”. Pensé así, que de alguna manera Chaplin, el icono, llegó al homenaje para despedir a Michael, otro icono, cuando éste se fue…

Fue también conmovedor escuchar a Stevie Wonder, quien a sus 59 años dijo que nunca habría querido estar en estas circunstancias, es decir, asistiendo al funeral y al homenaje de Michael. Más tarde, la interpretación de Usher de la canción Gone too soon (Te fuiste muy pronto) y que bajó del escenario para tocar el féretro y arrodillarse ante la madre del “Rey del Pop”, me hizo recordar el contexto en que surgió esa canción. Aunque Gone too soon no fue escrita por Michael, aparece en su disco “Dangerous” y fue dedicada al niño Ryan White, un muchachito a quien el “Rey del Pop” conoció, y quien murió a causa del VIH/SIDA. La canción estuvo también presente en la toma de posesión de William Clinton en 1993, cuando Michael la interpretó ante el flamante nuevo Presidente estadounidense, pidiéndole mayor apoyo financiero a favor de la investigación en contra de esa enfermedad. Más tarde, Gone too soon fue incorporada al álbum tributo en memoria de la Princesa Diana. Hoy, Gone too soon fue interpretada por Usher para deplorar la corta existencia de Michael Jackson.

Finalmente, otro gran momento en el homenaje fue la aparición del niño Shaheen Jafargholi, quien a sus escasos 12 años me hizo rememorar, con su poderosa voz, las melodías que Michael interpretaba en su niñez. Habría sido lindo que Shaheen Jafargholi interpretara Ben: “With a friend to call my own/I’ll never be alone/And you my friend will see/You’ve got a friend in me” (con un amigo a quien llamar/nunca estaré solo/y tú verás, mi amigo/que en mí tienes un amigo). Recordé que en el episodio Papá está loco, de la serie de televisión “Los Simpson”, Michael Jackson le canta a Homero Simpson esa canción, justo cuando Homero sentía miedo de estar en el manicomio. Pero en lugar de interpretar Ben, Shaheen Jafargholi cantó Who’s Lovin’ You, lo que no demerita en modo alguno su actuación, dado que de todos modos, esa melodía corresponde a la etapa infancia-adolescencia de Michael con The Jackson 5. Pienso también que Shaheen Jafargholi corroboró la inmortalidad de Michael porque si ese niño, a los 12 años, interpreta con alegría y sentimiento las canciones del “Rey del Pop”, entonces las nuevas generaciones y las venideras disfrutarán del legado musical del hoy homenajeado.

Debe ser muy difícil planear las exequias de una persona como Michael Jackson. Sin embargo, el funeral y el homenaje fueron como tenían que ser: en presencia de la familia y los amigos cercanos, y de todas aquellas personas que por diversas razones se (nos) identificaron (mos) con su arte musical. El evento fue seguido en todo el mundo, tanto en televisión como en internet. Vendrán otros homenajes, y numerosas personas seguirán rindiendo tributo a Michael Jackson, pero aun cuando así no ocurriera, el de hoy fue un acontecimiento histórico e inolvidable. En estos momentos viene a mi memoria una canción de Alberto Cortez: “Cuando un amigo se va/queda un espacio vacío/ que no lo puede llenar/ la llegada de otro amigo”. Me queda claro que pese a su azarosa vida profesional, Michael Jackson supo hacer amigos y que tanto en la industria del espectáculo como con sus más allegados deja un espacio vacío que nadie podrá llenar. Te fuiste muy pronto Michael, pero siempre te recordaré (mos): descansa en paz.

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