jueves 18 abril 2024

Ecos vampíricos del siglo XIX en la construcción de Batman

por Federico Cendejas Corzo

Este artículo se publicó originalmente el 27 de junio 2016.


Batman es un super héroe creado por los estadounidenses Bob Kane y Bill Finger. Su primera aparición en la vida pública fue en el número 27 de Detective Comics en 1939 y su impacto mediático consta de miles de historietas publicadas, numerosas series de televisión y películas (tanto animadas como de acción viva), videojuegos y atracciones de parques temáticos, entre otras expresiones culturales y mercadológicas.1 Todo lo anterior convierte a la figura ficcional de Batman en una súper estrella, mundialmente conocida y fácilmente identificable por el amplio público que tiene acceso a los medios de comunicación.

Como todo producto cultural, Batman está inmerso en serie de referencias que lo vinculan a otros modelos expresivos del arte y la cultura, y en el caso específico del presente ensayo, con la literatura de vampiros del siglo XIX.

Dichas conexiones dan cuenta del concepto de la ‘intertextualidad’ que Peeter Torop ha explicado como un proceso que permite a los autores y a los lectores hacer asociaciones interpretativas y de significados de un texto en relación con otro u otros.2

En este sentido, Batman y los vampiros del siglo XIX tienen, lo que podríamos llamar una ‘semiósfera compartida’. Habrá que puntualizar, entonces, el concepto de semiósfera, que Iuri Lotman define como “el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiosis.”3 Es decir, un espacio en medio del cual es posible comprender significados. Dentro de la semiósfera hay fronteras, fuera de las cuales es imposible la comprensión. Ahora bien, Batman y el vampiro guardan una serie de signos y significados que se mueven dentro del mismo espacio de comprensión. Dichas referencias se expondrán a continuación.

I.El ambiente siniestro

En primer lugar, el eco vampírico más poderoso de la idea general del personaje de Batman es el ambiente siniestro en medio del cual se desenvuelven tanto el superhéroe como los vampiros decimonónicos.

El sentimiento de lo siniestro fue definido por Sigmund Freud a principios del siglo XX como todo aquello que causa espanto o angustia por su naturaleza desconocida y que sin embargo se da, frecuentemente, en nuestro entorno familiar.4 Además, existen, según el autor, tres situaciones que son particularmente angustiosas para los seres humanos en mayor o menor medida y por lo tanto tienen una fuerte carga siniestra, estas son, la oscuridad, la soledad y el silencio. Tomando en cuenta esto podemos observar que tanto Batman como los vampiros se desenvuelven en medio de ambientes siniestros, solitarios, silenciosos y oscuros. De esta guisa cabría una división del ambiente en tres grandes grupos: el espacio exterior, el espacio interior y el tiempo.

Con respecto del espacio exterior, referiré las características de las ciudades en que los personajes aquí comparados llevan a cabo sus acciones. Batman vive y lucha contra el mal en Gotham City, nombre que ha sido traducido al español por cuestiones fonéticas como Ciudad Gótica, sin embargo, dicha traducción es una afortunada coincidencia lingüística o quizás una atinada interpretación intercultural, ya que Gotham City, ha sido representada como un lugar con características góticas, como su nombre en español lo aclara. En este sentido, la urbe de Batman es muy similar a las ciudades dentro de las cuales los vampiros del siglo XIX llevan a cabo sus fechorías.

Transilvania y Londres del Conde Drácula son las más célebres, pero también existen otras ciudades con interesantes historias vampíricas y que, sin lugar a duda tienen características góticas como: Viena, Estocolmo, Budapest, Praga o Cracovia, además de poblaciones alejadas y villas en medio de los bosques teutones o franceses, así como pueblos encalvados en las cordilleras de los Cárpatos o los Alpes. Ejemplo de ello son los relatos La familia de vurdalak (1840) de Alexéi Tolstoi o La hermosa vampirizada (1849) de Alejandro Dumas.

Por otro lado, el espacio interior también guarda estrechas referencias entre ambos caracteres. La mansión Wayne y sobre todo la Baticueva, son lugares alejados. Además la Baticueva es un espacio secreto e inaccesible para casi todo el mundo, dentro del cual nuestro super héroe tiene pleno control. Dichos espacios interiores son similares al castillo descrito en la novela Drácula (1897) de Bram Stoker, dentro del cual vive y se refugia el vampiro. Este edificio está ubicado en los linderos de un acantilado en la cima de una montaña peligrosa, cuyos alrededores están plagados de lobos y demás riesgos; aunado a ello, hay zonas a las cuales el invitado de Drácula, Jonathan Harker o cualquier otra víctima o ayudante no pueden pasar, pues están vedadas a todo aquel que no sea el mismo vampiro.

El último elemento del ambiente siniestro del presente análisis es el tiempo. Batman solamente trabaja de noche, persigue al mal en medio de las sombras y el silencio, lo que le permite ser discreto e indetectable. Igualmente, la noche es el momento en que la malignidad y la perversión se desatan al amparo de la oscuridad. En el cómic titulado La caza, se lee el siguiente texto: “Él es Batman… empujado sin cesar a la caza del mal […] Es de noche otra vez… Hora de volver a cazar”.5

Los vampiros, al igual que Batman, son exclusivamente nocturnos, muestra de ello, la manera de comportarse de Brunhilda, la aterradora vampira del relato “No despertéis a los muertos” (1800) de Johann Ludwig Tieck:

También evitaba siempre con gran cuidado la luz radiantedel sol y acostumbraba pasar los días más luminosos en los aposentos más retirados y oscuros. Sólo salía a pasear en el crepúsculo del comienzo y el final del día, aunque su hora preferida era cuando la luz fantasmal de la luna daba a todos los objetos una apariencia vaga y de color sombrío.6

A partir de lo expuesto se pude dilucidar que el ambiente en el que Batman se mueve y trabaja tiene fuertes referencialidades a los ambientes de los vampiros.

II.El atractivo físico y simbólico

Por otro lado, Batman es un personaje con un gran atractivo físico y simbólico. Algunos de los actores que han tenido la oportunidad de representarlo en las películas de Hollywood son, Val Kilmer, George Clooney y Christian Bale, entre otros, quienes además de poseer un encanto visual, tienen una actitud muy seductora, propia también de los vampiros.

Lord Ruthven, nombre del malvado personaje que da vida al relato titulado “El vampiro” (1819) de John William Polidori es un claro ejemplo de esta belleza y seducción: “era gallardo de figura y silueta, y muchas cazadoras de notoriedad trataban de conquistar sus atenciones”.7 Lo mismo pasa con Carmilla (1872), la célebre vampira de Joseph Sheridan Le Fanu: “Su figura esbelta y bonita […] un rostro agraciado, incluso hermoso”.8 Además, estos dos vampiros tienen una característica muy importante que también posee Batman y es que son aristócratas, por lo tanto, la posesión de bienes materiales como dinero y propiedades, les otorga, tanto a Batman como a los vampiros una fascinación simbólica que, por supuesto, contribuye con la seducción que ejercen en los demás.

Estas dos características le dan a los vampiros una mayor posibilidad de encontrar víctimas y les ofrecen, como diría Vicente Quirarte, un alto nivel de peligrosidad, pues pueden inmiscuirse en los altos estratos sociales, ser agradables y seductores.9 Para Batman, ser aristócrata es fundamental, pues son sus recursos económicos, aunados a su excepcional inteligencia, lo que le permite diseñar y construir los sofisticados artilugios que lo ayudan a combatir a sus enemigos y luchar contra el mal.

III. El sentimiento de insatisfacción

Otro tema es el sentimiento de insatisfacción constante, siguiente eco vampírico en la figura de Batman. En el cómic titulado Luto Perpetuo de Tom McKeever, el llamado “Caballero de la noche” dice las siguientes palabras:

La gente me cree un caballero, un salvador, pero no soy más que un recipiente para los recuerdos de quienes han muerto, de los que no tienen ya donde guardarlos. Deben creer que disfruto con mis victorias, debe parecer que nunca pierdo una pelea. Pierdo muchas. Aquellas a las que no llego. Aquellos que no puedo salvar. Esos son los que llevo dentro de mí. Esos son los que lloraré siempre.10

La cita anterior demuestra que Batman jamás se sentirá satisfecho, nunca encontrará sosiego ni plenitud, pues no podrá acabar con la injusticia.

Los vampiros, por su parte también tienen ese sentimiento de insatisfacción que jamás terminará, como lo apunta Quirarte en una larga cita de la novela Vampiro. El baile de las máscaras de Mark Rein, en donde, entre otras cosas, se menciona que el ansia por beber sangre “nunca puede ser plenamente saciada”.11

IV.La relación con lo onírico

La siguiente referencia del vampiro decimonónico en Batman que es importante resaltar, y que puede resultar un tanto sorpresiva, es el elemento onírico, presente en ambos productos culturales.

Recordemos que los vampiros están íntimamente ligados al sueño, en muchas ocasiones las víctimas de estos monstruos sueñan con sus diabólicos verdugos o incluso interactúan con ellos por este medio. El ejemplo más interesante es el de la vampira Clarimonda del cuento La muerta enamorada (1836) de Teophile Gautier, en el que ésta se aparece a Romualdo, su amada víctima, a través de los sueños y lo hace tener una doble vida, una en la vigilia de rectitud y orden, y otra durante el sueño de vicio y desenfreno.

En la figura de Batman esta característica está muy bien retratada en la historieta titulada, precisamente, “En sueños de Andrew Helfer”, en donde una mujer tiene constantes pesadillas con Batman por un episodio que vivió en su infancia con el nocturno super héroe y le es imposible recordar.

Otro buen ejemplo de la relación de nuestro héroe con los sueños es la película Batman Forever, traducida al español bajo el título “Batman Eternamente”, que en 1995 dirigió Tim Burton y en la que el mismo Batman sueña con un murciélago aterrador, cuya sombra le produce una gran angustia. Dicha pesadilla es experimentada, al final, por el Acertijo, villano contra el que libra una dura batalla durante la trama del filme; situación que le permite a Batman librarse de esta desagradable experiencia onírica, pues, al parecer, con la victoria sobre su enemigo, se da una especie de transferencia del miedo.

Lo anterior da cuenta de que aquellos que han sido ayudados o derrotados por “El caballero de la noche” experimentan sueños por los efectos que este personaje tiene en sus vidas.

V.La doble identidad

La siguiente característica de los que podríamos llamar “el vampirismo de Batman” es el manejo de una doble identidad. Bien es sabido que ‘el hombre murciélago’ es en realidad el adinerado empresario Bruce Wayne (o Bruno Díaz en la más popular de las traducciones). Este hombre es alguien que se presenta en sociedad como inteligente y caritativo, un poco tímido, excéntrico y algo huraño.

Los vampiros también cuentan con una doble identidad, la mayoría de ellos se presenta ante sus víctimas como alguien inofensivo e incluso agradable. La doble cara es, literalmente, la puerta de entrada a la vida de sus víctimas. Algunos de ellos como la vampira Carmilla de Le Fanu, ocultan su pasado y su origen: “No quiso decirme ni el apellido de su familia, ni sus blasones, ni el nombre de su propiedad, ni siquiera el del país en que vivían”.12 Otros cambian totalmente de identidad como el mismísimo Drácula, monstruo que fue inspirado en el personaje histórico de Vlad Tepes, como bien lo explica Quirarte13 y que al pasar de una vida a la otra, adopta un nuevo nombre. En la novela, el autor Bram Stocker, expresa dicha referencia en voz del doctor Abraham Van Helsing, que cuenta a su equipo ‘caza-vampiros’ quién fue Drácula en vida.

VI.El vínculo con el murciélago

Por último, será importante resaltar una característica, que no por ir al final es menos importante, sino por el contrario, es una especie de broche de oro y una referencia evidente entre Batman y el vampiro, el estrecho vínculo que guardan con el murciélago.

Acerca de la conexión entre este pequeño mamífero volador y los vampiros, Vicente Quirarte explica:

Se llama vampiro al único animal que se alimenta exclusivamente de sangre, el murciélago hematófago cuyo nombre científico es Desmodus rotundus. […] sus hábitos vespertinos […] y su habitación en lugares oscuros […] lo convierten en el animal emblemático del hombre convertido en vampiro.14

Literariamente, la novela de vampiros por excelencia, Drácula de Bram Stoker, deja claro que los vampiros se transforman en murciélagos y que además, estos animales hacen caso de las órdenes del monstruo. John Seward, narra en su diario un episodio en el que el Conde Drácula visita a su paciente Renfield y avista este fenómeno:

Luego observé la mirada del paciente y la seguí, pero no logré descubrir nada en el cielo iluminado por la luna, hacia donde miraba fijamente, salvo un gran murciélago que se alejaba hacia el poniente con sus aleteos silenciosos y fantasmales.15

La escena anterior de un murciélago volando a la luz de la luna, evoca, indudablemente, al emblema de Batman emitido en el cielo nocturno de Ciudad Gótica, como un llamado para el super héroe, una alerta de que debe ir a luchar contra el mal.

En la historieta “La caza”, referida anteriormente, Batman habla de los murciélagos de la siguiente manera:

Los dedos grises del crepúsculo borran el día y las cavernas reviven. Es hora de que las pequeñas criaturas hambrientas despierten… De que calmen su hambre de cazar.

Colgados de las paredes húmedas, extienden sus alas translúcidas para lanzarse a volar… Empujados a cazar.. Como la noche empuja al día.16

VII.Las experiencias vampíricas de Batman

Habiendo todas estas intertextualidades entre Batman y los vampiros, las empresas de comunicación no pudieron resistir la tentación de hacer un acercamiento directo entre los dos. DC Comics publicó una trilogía titulada “Batman vampiro” que consta de los títulos: Lluvia roja, Tormenta de sangre y Niebla Carmesí, reunidas en 2007 en un solo tomo. En la primera parte Batman se enfrenta a Drácula y lo vence, sin embargo dicho enfrentamiento no podía quedar sin consecuencias y nuestro héroe queda vampirizado. A pesar de haberse convertido en vampiro, Batman, ahora con los poderes sobrenaturales que le otorga su nueva condición, seguirá luchando contra el mal.17

También existe la película animada “Batman contra Drácula de 2005” que fue estrenada en el canal Cartoon Network en octubre de aquel año y que narra la historia de otro enfrentamiento entre estos personajes.

Seguramente, existen muchas más experiencias vampíricas directas de Batman en los medios de comunicación, las aquí consignadas son solamente ejemplos de fácil acceso y disponibles en la red.

Conclusión

Todas las características y experiencias anteriores hacen de Batman un personaje fuertemente vampirizado, que se mueve en medio de lo siniestro y lo ominoso pero que, a diferencia del famoso monstruo bebedor de sangre, lucha por el bien y la justicia, muy a su manera.

Los significados compartidos entre Batman y los vampiros y sus intertextualidades, permiten observar que las semejanzas entre ambos personajes son notorias y seguramente los autores originales del héroe se vieron influenciados por la literatura de vampiros del siglo XIX en la construcción de su personaje.

Se puede llegar a la conclusión de que Batman, a pesar de ser alguien esencialmente bondadoso, que defiende al desvalido, tiene una fuerte carga de oscuridad, por lo que se relaciona con el vampiro pero a su vez guarda distancia con respecto de él, por eso no se podría afirmar que Batman es un vampiro, sino que, está influenciado por la idea general de éste, de ahí el nombre que da título al trabajo: “Ecos vampíricos del siglo XIX en la construcción de Batman”

Notas:

  1. DC Comics, http://bit.ly/1d6t0hb, (Consultado en noviembre de 2015).
  2. Torop, Peeter, “Intersemiosis y traducción intersemiótica”, Cuicuilco, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México, vol. 9, año 9, núm. 25, mayo-agosto de 2002, p. 6.
  3. Lotman, Iuri, “Acerca de la semiósfera”, La semiósfera, Cátedra, Madrid, 1996, p. 12.
  4. Freud, Sigmund “Lo siniestro”, http://bit.ly/1SUZKPr, (Consultado en noviembre de 2015).
  5. Kubert, Joe, “Luto perpetuo”, Batman en blanco y negro, DC Comics, Nueva York, tomo 1, 1996, p. 8
  6. Tieck, Johann Ludwing, “No despertéis a los muertos”, Vampiros, Atalanta, Girona, 2010, p. 63.
  7. Polidori, John William, “El vampiro”, Vampiros, Atalanta, Girona, 2010, p. 81.
  8. Le Fanu, Joseph Sheridan, “Carmilla”, Vampiros, Atalanta, Girona, 2010, p. 228.
  9. Quirarte, Vicente, “Sintaxis del vampiro”, Del monstruo considerado como una de las bellas artes, Paidós, México, 2005, p. 140.
  10. Mckeever, Tom, “La caza”, Batman en blanco y negro, DC Comics, Nueva York, tomo 1, 1996, pp. 11-12.
  11. Quirarte, Vicente, op.cit., pp. 179-180.
  12. Le Fanu, Joseph Sheridan, op.cit., pp. 232-233.
  13. Quirarte, Vicente, op.cit., pp. 124-127.
  14. Ídem, p. 136.
  15. Stocker, Bram, Drácula, Porrúa, México, 2013, p. 107.
  16. Kubert, Joe, op.cit., p. 22.
  17. DC Comics, op.cit.

Fuentes electrónicas

DC Comics, http://bit.ly/1d6t0hb, (Consultadoen noviembre de 2015).

Dumas, Alexandre, La hermosa vampirizada, http://bit.ly/1S070Yo, (Consultado en noviembre de 2015).

Freud, Sigmund, “Lo siniestro”, http://bit.ly/1SUZKPr, (Consultadoen noviembre de 2015).

Películas

Batman eternamente, Tim Burton (director), Warner Brothers Pictures, 1995.

Batman contra Drácula, Sam Liu (director), DC Comics-Warner Brothers Pictures, 2005.

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